Esta es una receta o mejor dicho una tapa que no necesita presentación, ¿quién no se ha tomado alguna vez unas gambas al ajillo en cualquier bar del sur o centro de España?. Son muy muy fáciles de preparar y, pese a su sencillez, hay múltiples combinaciones y puntos para hacerlas, siempre llevando cuidado de que no se nos frían las gambas por exceso de cocción en el aceite.
Al tratarse de una receta tan sencilla, ¿dónde radica la calidad de la misma? pues en sus ingredientes. En muchos sitios se asocia esta receta a una gambas peladas congeladas para abaratar costes, pero el resultado será más satisfactorio si podemos prepararla con gambas frescas. Para conseguir el punto perfecto hay que llevar cuidado de no quemar los ajos y no hacer demasiado las gambas, porque si no se secan y no quedan jugosas.
Si todavía no te has atrevido a preparar este plato tan sencillo, hazlo porque en poco más de 10 minutos estarán listas las gambas al ajillo y seguro que a todo el mundo le va a gustar.
Receta de Gambas al ajillo
Tiempos y otros datos de la receta
Ingredientes para Gambas al ajillo
- 400 gramos gambas
- 5 dientes ajo
- 8 cucharadas aceite de oliva
- sal
Opcional
- 1 guindilla seca
Cómo preparar Gambas al ajillo
- Si la gamba es fresca podemos pelarla quitándole la cabeza y/o la cola. Nosotros hemos dejado la cola, quitando simplemente la cabeza.
- Pelamos y laminamos los ajos y los ponemos en una cazuela o una sartén con el aceite y la guindilla.
- A fuego medio doramos los ajos, llevando cuidado de no quemarlos porque si no el sabor de la receta será a ese quemado. Si vemos que se pueden pasar, podemos quitarlos e incorporarlos al final, pero con el jugo de las gambas no debería pasar si lo cocinamos con cuidado.
- Incorporamos las gambas y subimos un poco el fuego controlando que no se hagan mucho las gambas porque si no se secarán y no quedarán jugosas. También hay que controlar que no se quemen los ajos, si conseguimos el punto exacto, tendremos las gambas al ajillo perfectas.
Consejos de preparación
- Si no dispones de gambas frescas, de puede preparar con gambones o langostinos, con los que siempre conseguiremos mejor sabor que con las típicas gambitas peladas congeladas que no saben a nada. El éxito de la receta está en la combinación de unos ingredientes de calidad.
- Aunque se suelen preparar con las gambas peladas, también podéis dejar las pieles y las cabezas para aprovechar su sabor.
- Si le quitáis la cabeza y las colas a las gambas frescas, recordar que os puede servir para preparar un fumet de marisco.
- Si sois de los que les molesta el intestino de la gamba, podéis quitarlo antes de preparar la receta y de este modo que no deje sabor. Se trata simplemente de tirar de este hilito hacia arriba y debe ir saliendo, si se parte podéis volverlo a buscar con un palillo y terminar de quitarlo.
- Cuidado con las gambas congeladas porque suelen contener hielo que se transforma en agua, lo que puede arruinarte la receta. Lo ideal es dejar que se descongelen y escurrirlas bien antes de introducirlas en el aceite hirviendo.
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