Con los últimos coletazos del frío en muchas partes de España todavía apetecen platos de cuchara reconfortantes como estos garbanzos con chorizo y morcilla. Personalmente me encantan las legumbres y si las acompañamos con ingredientes cárnicos o embutidos todavía más, no es algo que podamos comer a diario pero con el frío siempre vienen bien.
La preparación de esta receta es muy sencilla, en este caso todavía más porque hemos usado garbanzos de bote, recordar que siempre hay que enjuagarlos con abundante agua antes de usarlos. Simplemente los vertemos en un colador y lavamos bajo el chorro del agua, con solo esto los tendremos listos para consumir. El resto no difiere mucho más con respecto a cualquier otro guiso típico de la gastronomía española, preparamos un buen sofrito con el chorizo, la morcilla, ajo, cebolla y tomate. Condimentamos con pimentón que puede ser dulce o picante, al igual que el chorizo que también puede ser picante. Regamos con un buen vino, completamos con caldo de carne y verduras, y dejamos hervir unos 20 minutos aproximadamente a fuego medio o bajo.
Y todo esto en algo más de media hora de tiempo, como máximo 45 minutos para preparar este sabroso plato típico de la gastronomía española. Si tienes el robot de cocina también puedes preparar unos garbanzos con chorizo en Thermomix, pero si te resulta una receta demasiado pesada puedes decantarte por unos garbanzos con verduras y jamón preparados de forma tradicional. Te explicamos a continuación cómo preparar esta receta rápida y sencilla receta.
Receta de Garbanzos con chorizo y morcilla
Tiempos y otros datos de la receta
Ingredientes para Garbanzos con chorizo y morcilla
- 400 gramos de garbanzos cocidos
- 50 gramos de chorizo en rodajas
- 1 morcilla
- 1 taza de caldo de carne o verduras
- 1 taza de vino tinto o blanco
- 2 cucharadas de tomate frito o natural
- ½ cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- sal
- pimienta
- 1 hoja de laurel
Opcional
- 1 taco de tocino
- 50 gramos de jamón en taquitos
Utensilios necesarios
- Olla con tapa
Cómo preparar Garbanzos con chorizo y morcilla
- En una olla baja salteamos por ambos lados el chorizo y la morcilla en rodajas con un chorrito de aceite, no mucho porque estos embutidos soltarán su propia grasa. Si queda mucha grasa en la olla se puede quitar un poco con una cucharita.
- Picamos la cebolla y la añadimos a la olla, junto con un par de dientes de ajo rallados o picados. Cocinamos a fuego medio o bajo con la tapa puesta hasta que la cebolla quede ligeramente transparente.
- Añadimos una cucharadita de pimentón, removemos un poco, y a continuación la hoja de laurel y dos cucharadas de tomate, removemos de nuevo. Cocinamos un par de minutos mientras mezclamos todo bien.
- Agregamos el vino y subimos un poco el fuego durante un par de minutos hasta que se haya evaporado el alcohol.
- Incorporamos los garbanzos y removemos a fuego medio o bajo unos segundos con cuidado.
- Agregamos el caldo hasta cubrir los garbanzos aproximadamente un par de dedos, sazonamos y cocinamos a fuego medio durante 20 minutos.
- Finalizado el tiempo de cocción, corregimos el punto de sal, retiramos la hoja de laurel y ya tenemos listos los garbanzos con chorizo y morcilla.
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Consejos de preparación
- Sobre todo si usas garbanzos de bote, recuerda enjuagarlos con abundante agua antes de usarlos.
- Puedes usar solo chorizo o añadir todo tipo de carnes y embutidos, como la morcilla, tocino a taquitos o incluso jamón. Cuanto más ingredientes usemos quedará más sabroso, pero también más pesado al comer.
- Si al sofreír los embutidos estos sueltan mucha grasa podemos quitar el exceso con una cucharita.
- ¿Te gusta el picante? Prueba a cambiar el chorizo por chorizo picante o el pimentón por pimentón picante.
- Si no tienes caldo de pollo o verduras puedes usar simplemente agua para tapar los garbanzos, aunque el agua no aportará tanto sabor.
- No tengas miedo al sazonar porque los garbanzos absorberán parte de esta, tendríamos que añadir mucha sal para pasarnos. Pero siempre puedes poner menos y corregir al final de la cocción que es donde mejor sabremos el punto perfecto.
- Estos guisos siempre están más buenos reposados incluso preparados del día anterior.
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