El barrio judío de Venecia es uno de esos rincones mágicos de Venecia en los que parece que todavía puedes escapar de las hordas de turistas que corren apresurados para hacerse la foto en el mayor número de puntos turísticos de la ciudad y colgarlo en las redes sociales.
Nosotros tuvimos la posibilidad de visitarlo en temporada relativamente baja, aunque con un tiempo algo gris, descubrimos un espacio único en Venecia que pudimos disfrutar casi en soledad por la falta de turistas.
Se trata de un barrio con una larga historia y riqueza cultural al que vale la pena dedicar unas horas para conocer todos sus aspectos. Nosotros lo recomendamos por muchos motivos, ¿quieres conocerlos? Te explicamos nuestra experiencia en el Ghetto de Venecia.
La historia del Ghetto de Venecia
En el siglo XVI los judíos venecianos y los que llegaban desde otros puntos de Europa fueron forzados a vivir en la Isla de Cannaregio, situada en la margen norte del Gran Canal. El objetivo de esta segregación era separarlos de la población católica.
Los residentes de este barrio tenían que pedir permiso para poder salir del ghetto y tenían terminantemente prohibido salir de noche. Aunque ahora no da esa sensación, en ese momento se trataba de una isla apartada del núcleo urbano de Venecia. Lo que sí se puede ver todavía es que el barrio está dentro de la isla y que la construcción impedía salir de esta, salvo por las puertas que estaban controladas por cristianos.
Los judíos empezaron a dedicarse sobre todo a la fundición de metales, de aquí surgió el nombre de Ghetto ya que en dialecto véneto esta palabra significa fundición. Pero su economía también se apoyó en la orfebrería y las finanzas.
En 1797, tras la llegada del ejército de Napoleón a Venecia, los judíos pudieron empezar a salir libremente del Ghetto, aunque seguían sin poder vivir en otras zonas de Venecia. Los judíos gozaron de libertad absoluta en el siglo XIX cuando se fundó el estado italiano.
Inicialmente se trasladaron al barrio unas 700 personas pero llegó a tener 5.000 habitantes, lo que influyó en la arquitectura del barrio con edificios de hasta 8 plantas, los más altos de Venecia con el objetivo de poder albergar a toda la población del Ghetto de Venecia.
Actualmente de los judíos residentes en Venecia, unos 500, solo unos 30 viven en el Ghetto el resto de habitantes son de otras religiones o nacionalidades. Aunque en el barrio veremos gran cantidad de comercios, restaurantes de comida kosher y música con bailes en la calle con bastante frecuencia.
Cómo llegar al barrio judío
Accedimos en el Ghetto de Venecia es a través de la calle Ghetto Vecchio situado entre la parada de vaporetto Guglie y el Ponte delle Guglie. Entre el restaurante Kosher Gam Gam, donde comimos, y una Farmacia hay una pequeña puerta con inscripciones hebraicas, pasar por esta puerta recuerda los tiempos en que cerraban los accesos al barrio.
Llegar hasta aquí es sencillo, en vaporetto solo tenemos que bajarnos en la estación de Guglie, las líneas 4.1, 4.2, 5.1, 5.2 y la A del aeropuerto pasan por esta parada. Si estás en la estación de tren llegarás a pie en tan solo 10 minutos.
Una vez pasamos por la pequeña puerta desde donde empieza la calle Ghetto Vecchio dejamos atrás los grandes palacios y empezamos a recorrer las estrechas callejuelas con altos edificios de hasta 8 plantas de altura, algo poco común en Venecia. Si nos vamos fijando en los comercios veremos comida kosher, joyerías, artesanos de orfebrería y si nos fijamos bien dos de las sinagogas.
Qué ver en el Ghetto de Venecia
Sin dejar la calle Ghetto Vecchio llegaremos a un pequeño puentecito que da acceso al Campo di Ghetto Nuovo, una gran plaza en la que podremos ver un gran espacio abierto con árboles rodeado de altos y estrechos edificios típicos de la arquitectura italiana. Este espacio contrasta con las estrechas callejuelas recorridas hasta llegar a ella.
Desde el Campo di Ghetto Nuovo tendremos acceso al museo Hebraico, un sencillo memorial en recuerdo de los 289 vecinos que fueron deportados a los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y en los ático de algunos edificios podremos ver 3 de las 5 sinagogas que hay en el Ghetto.
Nosotros optamos por hacer una visita guiada con entrada al museo y a las sinagogas, estas visitas empiezan a las 10:30 de la mañana cada hora hasta las 17:30. Pero hay que tener cuidado con la última visita porque del 1 de octubre al 31 de mayo no se hace al tratarse de temporada baja y si pensamos en hacerla en viernes este turno podría reducirse o eliminarse por razones rituales.
En todo caso tenéis toda la información en italiano, francés e inglés en la Web del museo hebraico de Venecia.
El museo Hebraico
El museo Hebraico fundado en 1954 y situado entre las dos sinagogas más antiguas de Venecia está dividido en dos áreas, la primera de ellas está dedicada a las fiestas judías y los objetos que se utilizan en la liturgia. La segunda área está dedicada a la historia de los judíos venecianos a través de imágenes y objetos.
La sala de la plata es la dedicada a las principales fiestas judías contadas a través de los objetos utilizados en ellas. A su vez la sala de la tela alberga finos textiles también usados durante el culto.
Por último hay una importante sección dedicada a la vida cultural del ghetto veneciano, dedicado a sus principales exponentes del vecindario. También se presenta la inmigración de los diferentes grupos étnicos judíos en la ciudad, tratando temas tan controvertidos como la usura, que generó tantos prejuicios persistentes contra los judíos.
Aunque el guía de la visita no nos acompañó durante el recorrido al museo Hebraico, este cuenta con una buena cantidad de paneles explicativos en cada una de sus salas que permiten realizar correctamente el recorrido histórico-cultural objetivo del museo.
Las sinagogas
Aunque solo dos de ellas se encuentran en activo, hay un total de 5 sinagogas en el Ghetto Veneciano:
- La gran sinagoga de la escuela alemana: es la primera sinagoga del gueto, construida en 1527.
- Sinagoga de la escuela de cantón, fundada en el año 1531.
- Sinagoga de la escuela italiana, construida en 1575, es la más sencilla de todas las sinagogas venecianas.
- Sinagoga de la escuela levantina, fundada aproximadamente en la primera mitad del siglo XVI.
- Sinagoga poneana o escuela española: fundada en la segunda mitad del siglo XVI, es la más impresionante de las sinagogas venecianas.
El recorrido comenzó por la sinagoga alemana, la del cantón y la italiana, era la primera vez que visitábamos este tipo de edificios y la verdad es que nos impresionó bastante la decoración de cada una de ellas y lo distinta de cada una de ellas según la época de su construcción o reconstrucción.
El recorrido prosiguió por la plaza o Campo di Ghetto Nuovo en donde, siguiendo con las sinagogas, nos explicaron algunas curiosidades como por ejemplo que deben estar construidas en la última planta para que no haya ningún tipo de construcción entre esta y el cielo.
Después de haber estado dentro de ellas, también fue curioso identificarlas desde la plaza, con construcciones sencillas que contrastan con la decoración interior y ventanales siempre de número impar. La más curiosa es la sinagoga de la escuela de cantón que parece sobresalir en madera de entre los edificios de ladrillo y cemento.
Tras terminar de explicarnos detalles de la vida del vecindario en las distintas épocas del gueto salimos de la plaza para volver por la calle del Ghetto Vecchio que ya habíamos recorrido, por aquí llegamos hasta las sinagogas levantina y española. De las dos solo pudimos visitar la española y es con creces la que más nos impresionó de las cinco tanto por su tamaño, materiales empleados en su construcción como su acceso por unas amplias escaleras.
Comer en el Ghetto
Antes de visitar el Ghetto de Venecia tuvimos la oportunidad de comer en el restaurante kosher Gam Gam situado justo al comienzo de la calle Ghetto Vecchio, por lo que viene genial para comer o cenar antes o después del recorrido por el Ghetto.
El restaurante Gam Gam es una buena opción antes o después de recorrer el Ghetto.
Empezamos la comida con una selección de 9 tapas vegetarianas, algunas de ellas tan sencillas como unos tomatitos cherry, otros ya conocidos como un par de falafel, algún acompañamiento picante como una pasta de chili y algunos de ellos con nuevos sabores.
La cocina del restaurante Gam Gam está influenciada por la gastronomía italiana, por lo que optamos también por probar unas cintas de pasta y un shwarma de pollo. Pero si queréis probar otras opciones y comprobar si los precios se van de presupuesto solo tenéis que consultar la carta en su página web.
Sobre estas líneas se pueden ver cada uno de los platos que pedimos con su sencilla presentación y cantidad correcta.
Y por último el postre, en este caso optamos simplemente por una infusión con la que acompañar unos dulces hebreos, igual las 8 piezas son demasiada cantidad solo para dos personas, pero deliciosos.
En general este restaurante de apariencia sencilla nos gustó mucho, la cantidad que pedimos para dos personas fue suficiente y el precio está en la línea de los restaurantes de Venecia, en donde por lo general comer no es barato.
Razones para visitar el Barrio judío de Venecia
Después de haber vivido esta experiencia son 3 las razones que creemos que pueden servir para dedicar medio día de nuestro viaje al Ghetto veneciano:
- Visitar un rincón poco conocido de Venecia, llena de lugares turísticos plagados de turistas que van deprisa para hacerse la foto de uno a otro.
- Si, como nos pasó a nosotros, no has tenido ningún contacto con la cultura hebrea, conocer sus ritos, cultura y sobre todo la historia de este barrio.
- Y no podemos dejar de recomendar el disfrutar de la gastronomía kosher, en donde reconocerás muchos de sus platos pero seguro descubrirás nuevos sabores.
Si visitas Venecia durante varios días, además de conocer su casco antiguo y los puntos más fotografiados por los turistas, sus islas y el largo etcétera que ofrece la ciudad, puedes aprovechar para conocer e incluso descansar del gentío recorriendo el Ghetto veneciano.
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