Durante nuestro viaje a Bélgica y Países Bajos, Bruselas no era de las ciudades que pensábamos inicialmente que más ilusión nos iba a hacer, sobre todo si la comparamos con otras ciudades como Brujas o Amsterdam. Pero tras recorrerla durante un par de días nuestra opinión cambió radicalmente y la verdad es que nos quedamos con ganas de más, de modo que nos queda pendiente para un futuro viaje.
Bruselas es una ciudad fácil de recorrer, ya que no es excesivamente grande –tiene menos 200.000 habitantes– y muchos de los principales puntos de interés turísticos están relativamente cerca en la parte más antigua. Nosotros hicimos una ruta circular a pie por el centro histórico y recorrimos en autobús aquellos monumentos que se encontraban a las afueras de la ciudad.
La Grand Place
Cuando llegamos a Bruselas dejamos las maletas en el hotel y nos dirigimos hacia la Grand Place, uno de los principales lugares de interés de la ciudad. Por el camino nos encontramos con el edificio de la Bolsa, hoy en día en desuso y aprovechado como lugar de exposiciones. Lo que más nos llamó la atención durante el corto trayecto, ya que el hotel estaba relativamente cerca, es que gran parte del centro estaba siendo convertido en zonas peatonales.
Continuamos por una de las calles laterales de la Bolsa hasta llegar a la impresionante Grand Place, considerada como la plaza más hermosa del mundo y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. La plaza está compuesta por el Ayuntamiento, antiguamente el mercado de abastos y un conjunto de casas gremiales, una de ellas hoy en día es el Museo de la Ciudad de Bruselas.
La curiosidad de la jornada fue encontrarnos una competición de pelota similar a la pelota valenciana en modalidad de llargues dentro de la propia Grand Place. Habíamos leído sobre la alfombra floral y algunos eventos deportivos que suelen hacerse en este punto de Bruselas, pero nos sorprendió encontrarnos este tipo de competición que no pensábamos que se practicara tanto fuera de nuestro país.
Manneken Pis, Jeanneke Pis y Zinneke Pis
A poco más de 5 minutos a pie de la Grand Place, encontramos la figura del Manneken Pis o «niño meón», es una estatua en bronce que representa a un niño desnudo orinando en una fuente. Lo primero que nos sorprende al verlo es lo mismo que nos ha contado mucha gente, con solo 65 cm es muy pequeño, su ubicación en la esquina de una confluencia de calles y el gran número de turistas que suelen visitarlo hace que en ocasiones sea difícil poder verlo. Existen varias leyendas sobre éste personaje:
- Una de ellas cuenta que en 1.142 las tropas del duque Godofredo III de Lovaina se dirigía a la batalla contra los Berthout, y decidieron colocar al pequeño duque en una cesta colgada de un árbol, desde allí orinó sobre las tropas enemigas, que perdieron la batalla.
- Otra dice; que en el siglo XIV, los atacantes colocaron explosivos en las murallas y un niño llamado Juliaanske les espiaba y salvó a su ciudad orinando sobre la mecha encendida.
- Y por último la que dice que una madre perdió a su hijo pequeño y fue encontrado orinando en una esquina de una pequeña calle.
Lo cierto es que escuchando las leyendas de distintas personas, toma una de ellas como cierta. El Manneken Pis dispone además de una variada colección de trajes, actualmente unos 800, que se encuentran en el Museo de la Ciudad de Bruselas, durante nuestra visita no tuvimos la ocasión de verlo vestido.
Esta estatua tiene a su equivalente femenina, la Jeanneke Pis, situada también muy cerca de la Grand Place y de las Galerias Reales Saint Hubert, llena de tiendas y restaurantes. Es una estatua de piedra caliza que representa a una niña orinando en cuclillas la encontramos sola, sin turistas que la contemplaran lo que nos sorprendió si lo comparamos con la gran cantidad de turistas que contemplaban el Manneken Pis.
Situada a la espalda del mercado Saint Géry, se encuentra la escultura desconocida de Bruselas, el gracioso Zinneke Pis, el perro mestizo meón, que representa la esencia multicultural y racial de Bruselas. Con él hicimos un pequeño descanso de las visitas a las famosas figuras de Bruselas para degustar los típicos gofres , con helado y chocolate caliente.
Huyendo de los típicos puestos de gofres a 1€ decidimos degustar los de Maison Dandoy que nos prepararon en el momento como llevan haciendo desde hace muchos años. Algo más caros pero deliciosos y a una sola manzana de la Grand Place, en donde poder sentarse para comer el gofre disfrutando del ambiente y las vistas.
Desde el casco antiguo, a solo 10 minutos a pie nos dirigimos hacia la Catedral de Saints Michele y Santa Gúdula, es un impresionante edificio gótico situado cerca de la Estación Central. Su interior es sobrio, ya que fue saqueada en varias ocasiones. A la derecha hay un púlpito barroco tallado en madera, las columnas tienen unas enormes estatuas y unas vidrieras muy coloridas, nos impresionó muchísimo el órgano con más de 4.000 tubos y 4 teclados.
El Palacio Real y el Sablón
Muy cerca de la Catedral, a solo 10 minutos a pie, encontramos el Parque de Bruselas o Warandepark, es el parque urbano más grande de la ciudad. Es un tranquilo parque con fuentes, esculturas y paseos, rodeado por el Palacio Real de Bruselas, el Parlamento Belga y la embajada de los Estados Unidos.
El Palacio Real es el palacio oficial del Rey Belga, no es donde vive, sino donde cumple sus funciones como Jefe de Estado. Por desgracia no lo pudimos visitar, ya que se encontraba en obras. Justo enfrente se encuentra el Parlamento Federal Belga. Estos dos edificios representan la forma de gobierno en Bélgica, la monarquía constitucional.
A escasa distancia se encuentra El Mont des Arts, compuesto por los Museos Reales de Bellas Artes, el Museo de Instrumentos Musicales. El Museo Maggritte y el Museo de Historia Belvue, se encuentran en el Palacio Coudenberg, donde podemos visitar unas ruinas.
Si continuamos la avenida llegamos a Le Sablón, es un pequeño barrio muy elegante, donde se encuentra la Iglesia de Notre Dame de Sablon y unos bellos jardines que como curiosidad tiene 48 estatuas que representan distintas profesiones o gremios históricos de Bruselas. Muy cerca encontramos la Plaza del Grand Sablon, donde viven familias aristócratas y se encuentran comercios especializados en antigüedades y delicatessen.
Muy cerca de este barrio, se encuentra un mirador, en la Plaza Poelaert, además de poder contemplar el palacio de justicia esta plaza es un punto que no debemos perdernos en nuestro recorrido por Bruselas por la gran panorámica que podremos observar de la capital, incluyendo el original Atomium.
Los alrededores de Bruselas
La otra parte del recorrido , la realizamos en autobús. Y visitamos, el Barrio Europeo, donde se encuentran la mayoría de las Instituciones de la Unión Europea. Junto al Barrio Europeo, está el Parque del Cincuentenario o Parque del Jubileo de 1880. Donde se encuentra el Arco del Triunfo, que se simboliza el rendimiento económico e industrial de Bélgica, este edificio acoge el Museo de Historia Militar, el Museo del Cincuentenario y Autoworld o museo del automóvil. Casualmente al ser lunes encontramos todos estos museos cerrados, luego si planificas tu visita a Bruselas y tienes la intención de visitarlos, ten en cuenta esto.
Nos dirigimos hacia la zona del Heysel para visitar el Atomium, diseñado como símbolo y pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958 es una estructura de 102m, que representa un átomo ampliado 165 mil millones de veces. Formado por nueve esferas de acero, cada una de ellas contiene exposiciones y un restaurante en la esfera superior. Si desde el mirador de la Plaza Poelaert destaca el tamaño de este edificio, desde su base es más impresionante todavía.
Desde aquí nos acercamos a ver los Museos del Lejano Oriente, para ver el Pabellón Chino y la Torre Japonesa. Cerrados al público, es una pena porque sólo se pueden ver desde fuera del recinto, pero como curiosidad merece la pena.
Y esta fue nuestra primera experiencia en la capital de Bélgica, una ciudad que nos sorprendió gratamente y que hemos añadido a nuestra lista de próximos viajes para poder acabar de descubrir sus rincones menos conocidos y poder visitar sus museos.
Mapa de la ruta de un día por Bruselas
En el siguiente mapa puedes ver todos los puntos que pudimos ver en la ruta de un día por Bruselas, salvo el Atomium, están todos muy cerca unos de otros, por lo que la mayoría se pueden visitar a pie sin hacer uso del transporte público.
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